Todo indica que Huawei sabía que era inminente.
Huaweise preparó con antelación al veto que le impuso Estados Unidos con un riguroso plan, informó el Nikkei Asian Review.
Según el medio asiático, Huawei se comunicó con sus principales proveedores a nivel mundial hace seis meses para decirles que quería almacenar componentes cruciales suficientes para hasta un año de producción debido a la incertidumbre que causaba la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Pero ese no fue el único paso. La compañía china también empezó a diversificar sus proveedores. “Previamente, Huawei solo trabajaba con los dos principales proveedores de componentes electrónicos, pero este año asignó a un equipo para extender su cadena hasta tres o cuatro proveedores para cada componente”, indicó una fuente al medio asiático.
Huawei, segundo productor de teléfonos a nivel global, empezó a certificar más proveedores de componentes que no son estadounidenses.
Otra de las metas de Huawei fue la de desarrollar sus propias versiones de componentes semiconductores. Tras el anuncio de que Google dejaría de hacer negocios con Huawei, otras compañías estadounidenses como Intel yQualcomm se unieron.
Igual el panorama es complicado. No está claro si Huawei tendrá problemas en adquirir productos terminados en otros países, pero con componentes estadounidenses. Proveedores japoneses como Sony y Japan Display usan componentes de EE.UU. para sus productos finales.
¿Y el software?
Ya sabíamos desde marzo que Huawei trabajaba en un sistema operativo alternativo, aunque esperaba no tener que utilizarlo. El fin de relaciones con Google cambió el panorama.
Llamado Kirin por algunos medios y HongMeng por otros, el sistema operativo alternativo de Huawei estaría listo para lanzarse en la segunda mitad del año según una conversación filtrada del CEO Richard Yu en iFeng.
Huawei Central indica que está basado en el código abierto de Linux y no solo se limitará a los móviles y tablets, también llegará a las computadoras.